1.
PROYECTO
La investigación y desarrollo de nuevos materiales ha transmutado en un tema potente para muchos diseñadores quienes buscan alternativas más ecológicas y amigables para el medio ambiente. Materiales que sean de carácter orgánico o que utilicen material reciclado, con un ciclo de vida circular, biodegradables o solubles, sin impacto negativo para el ecosistema.
Internet y las redes sociales nos muestran exponencialmente una diversidad de proyectos en torno a biomateriales, generando una biblioteca que reúne exploración con algas, hongos, almidones, entre otros. Con resultados diversos en texturas y propiedades. Proyectos que en algunos casos, incluyen la receta con instrucciones para cocinar uno mismo el material.
Nuestro proyecto se gesta bajo éste escenario, con la inquietud de crear un material de origen orgánico, con capacidades solubles, para un ciclo de vida ecológico, y al mismo tiempo con una resistencia que permita su aplicación real en productos. Un material que sustancialmente esté compuesto con materia prima de producción local.
Durante el proceso de investigación, nuestros esfuerzos se centraron en generar una metodología que nos permitiera caracterizar el material con mayor precisión, abarcando aquellas propiedades que definimos como sustanciales para entender el material, y como diseñadores, para la evaluación de futuras aplicaciones concretas. Información primordial, que pone en valor al material, y permite visualizar con mayor claridad sus alternativas de usos.
Como creativos, tenemos un rol trascendental de incorporar procesos más responsables y comprometidos con la naturaleza, y es por eso que aspiramos transferir la experiencia obtenida en este proceso de exploración para contribuir al estudio de nuevas alternativas de materiales más sostenibles.
2.
MATERIA PRIMA
En su origen, la receta a investigar contenía agar-agar, un gelificante natural usado principalmente en la gastronomía, y que en Chile se extrae de algas rojas, específicamente de la glacilaria chilensis, (conocida como pelillo).
Durante la primera etapa del proyecto, estudiamos y seleccionamos distintas recetas encontradas en internet, que contenían agar y otros componentes. En este proceso fuimos incorporando otros ingredientes, que nos parecieron interesantes y que nos permitirían comparar las muestras.
Los resultados desviaron la atención en la carragenina, ingrediente también utilizado en la industria alimenticia, como estabilizante y aglutinante. Este se encuentra en un gran porcentaje de alimentos y bebestibles vegetales y lácteos. Asimismo la industria médica farmacéutica la usa para la realización de cápsulas de remedios y films. Se extrae en Chile de otras especies de algas rojas (luga roja, luga negra y luga corta). Producto que percibimos, ha sido menos explorado en tema de biomateriales, y que como materia prima local, se produce y exporta en mayores cantidades que el agar-agar.
Las primeras muestras extraídas usando este componente, resultaron tener mejores propiedades que las extraídas con agar-agar, con mejor capacidad gelificante, y superior resistencia. Evaluando los primeros resultados, y en conformidad a nuestros objetivos, nos centramos en el uso de la carragenina para la creación de nuestro biomaterial.
3.
CARRAGENINA
Los países orientales fueron los primeros en usar las algas como alimento. Hoy en día Japón, China y Corea del Sur son su principales consumidores. Sin embargo, producto de la emigración a otros países, la demanda se ha propagado a otras regiones del mundo. Actualmente el uso de algas se ha masificado en la industria de alimentos, farmacéutica y cosmética, entre otros, incrementado en países occidentales debido a sus diversas propiedades.
Chile con sus más de 4.300km de costa, posee alrededor de 800 especies de macroalgas. En última publicación de la FAO sobre “Estadísticas de pesca y acuicultura 2016”, Chile ocupó el 2016 el primer lugar en la producción anual de algas marinas y otras plantas acuáticas, con 329.707 toneladas, seguido por China con 243.110 toneladas y Noruega con 169.407 toneladas.
Las principales especies de algas explotadas en Chile son el huiro, huiro negro, huiro palo, pelillo, luga cuchara, luga negra y roja. Algas que se destinan principalmente para la elaboración de algas secas, agar-agar, carragenina, alguinato y colagar.
Durante el 2017 la producción de carragenina lideró la lista con 4.846 toneladas, seguida por el colagar con 2.621 toneladas, el alguinato con 1.578 toneladas, mientras que de agar-agar se 1.018 toneladas. (cifras sernapesca). Productos que en su gran mayoría son exportados.
En Chile son 5 las plantas que elaboran carragenina, 1 en XII, 3 en la X región y 1 en RM. Y 4 plantas que elaboran agar-agar, 1 en V, 1 en la VIII y 2 en la X. Lamentablemente y a pesar de existir una considerable producción, la venta local de carragenina para minoristas es poco accesible, probablemente porque es un producto que aún es poco conocido y explorado, que tiene mayor valoración en países como China, Japón, Francia Dinamarca, Estados Unidos y México, principales destinos de exportación de carragenina,
Debido al potencial que se ha detectado en este rubro, el 2016 se aprobó un proyecto de ley que busca promover el cultivo y repoblamiento de algas a través de un sistema de bonificación estatal que permita al sector de la pesca artesanal iniciar emprendimientos, que tengan un impacto positivo en términos de sustentabilidad. Ley que incorpora medidas que permitirán resguardar las praderas naturales aumentando la biomasa disponible de recursos de macroalgas marinas nativas de importancia ecológica y económica.
4.
LUGAE
Lugae es un biomaterial producido en formato de una delgada lámina, elaborado en base a tres ingredientes de origen orgánico: carragenina, glicerina vegetal y agua. Luego de explorar múltiples proporciones y combinaciones, la colección de lugae presenta tres versiones de la misma receta, en la cual varía la cantidad de glicerina y el tipo de agua (destilada y de mar filtrada).
El resultado es un material que al tacto y vista parece ser familiar del plástico. Es blando y flexible, tiene una textura levemente rugosa, de color mate, con una transparencia opaca. Sin embargo, no posee la misma elasticidad y resistencia de uno.
Lugae es un film con características y propiedades únicas, difíciles de comparar con otro material sintético. Se comporta como un cuero delgado cuando es sometido a fuerzas de tracción pero es fácil de rajar como un papel. Uno de sus principales atributos en comparación con otros bioplásticos, es su gran opacidad y doble texturizado, donde es liso y, a veces, brillante por un lado y por el otro es rugoso y opaco.